sábado, 30 de enero de 2010

Quiero soñar contigo

Hoy tengo ganas de soñar. Pero no de soñar lo que sea, lo que venga... No. Quiero soñarte a ti. Quiero soñar que te tengo cerca, que siento tus caricias y tus besos y que cada una de tus sonrisas están dedicadas a mi.
Me he propuesto soñar, y ya que estoy... ¿Por qué no a lo loco? ¿Por qué no soñar que me besas, que te tengo o que me hablas? Voy a soñar que despierto, y que lo primero que veo eres tú, dormido e inocente, y que siento unas ganas terribles de despertarte a besos pero me contengo, quiero que duermas... Quiero que tu también sueñes. Quiero que sueñes conmigo, con nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro, porque como te suelo decir, el pasado no importa... Soñaré que me sueñas, y mientras, acariciaré tu cara y tu pelo, que tanto me gustan. Cuando despiertes te estaré mirando, me besarás y me dirás que me quieres.
Por soñar... Que no quede.

lunes, 25 de enero de 2010

Busco tu mirada entre los ojos de la gente

Hoy he vuelto a soñar contigo. Soñé que me querías, que estabas allí conmigo, en aquel sofá en el que tantos momentos pasamos, tantas risas, tantas lágrimas, disgustos, tonterías, peleas de almohadas y sobretodo, tantos besos y palabras de ánimo. Soñé que me escuchabas, me animabas y me abrazabas con esos brazos tan suaves que tanto me gustan.
Luego me desperté, ¡Por qué me tenía que haber desvelado justo en aquel instante! Quizás porque me duele tanto verte y no tenerte o quizás porque cada vez veo más lejos mis sueños. No lo sé.
Dí unas cuantas vueltas hasta que pude volver a quedarme dormida, intenté retomar el sueño, pero cuando volví a aquel sofá tu ya no estabas, salí a la calle y había mucha gente, seguro que estabas ahí pero yo no te veía. No te podías haber ido muy lejos, no te había dado tiempo. De momento me veo buscando tu mirada entre los ojos de la gente, pero no consgio verte.
Decidí dejar de buscar pues sería imposible encontrarte, pero cuando agaché la cabeza noté como una mano se apoyaba sobre mi hombro, no sé por qué pero sabía que esa mano era tuya. De repente desapareció toda la gente, estábamos sólo tu y yo, me abrazaste y me dijiste que me querías, me diste la mano y volvimos juntos a tu casa, a ese sofá de siempre.
Entonces sonó el despertador y dejé de soñar. Hoy, de camino a casa me puse a pensar, justo en el momento en el que me rendí, en el que dejé de buscar y dí por terminadas mis esperanzas de tenerte para siempre apareciste tu. ¿Será casualidad? No lo sé.

miércoles, 20 de enero de 2010

Deshojando margaritas

Esperándote, me dispongo a escribirte, como cada vez que me siento abandonada. Tus promesas ya sirven de poco, y tus constantes cabreos prefiero ignorarlos; sé que tu orgullo te impide rectificar y ponerte, aunque sea un poco, en mi lugar.
Cada día siento lo mismo, un aboandono confiado, pues sabes que aún así te estaré esperando, y pensándolo bien... no sé quien tiene más culpa de los dos, ¿tú por desolarme o yo por consentirte? Más bien lo último. Por mucho que lo piense voy a seguir amándote de esta manera tan loca y ciega, con este corazón que tanto valora lo que me das, por eso la balanza de tus mentiras se equilibra cada vez que me dedicas un segundo de tu tiempo.
No sé si estarás pensando en mi o aprovechando el rato como me has dicho antes de irte, cabreado y orgulloso, a la diversión. Sólo te escribo para decirte que te espero, deshojando margaritas y pensando en tí, a pesar del daño que me haces.

viernes, 15 de enero de 2010

Hoy he soñado contigo

Hoy, por fin, te he soñado. Me costó coger el sueño, pero cuando lo logré...
... Ahí estabas tú, acercándote a mi, con tus ojos brillando como dos soles. Me acerqué a tí, te abracé y creí estar en las nubles. Por fin pude besarte, sentir tus labios junto a los mios, entregándose todo el amor que dos personas puedan ofrecerse, y volví a abrazarte. ¿De verdad eras tú? No podía creerlo.
Pasé contigo dos días inolvidables, hablando, riendo, queriéndonos como siempre habíamos soñado, e incluso pude dormir junto a tí, sobre tu pecho, escuchando tu corazón, algo que siempre había deseado hacer y que guardaba como una fantasía más, sabiendo que nunca iba a poder cumplirse.
Al despertar, me sentí llena de tí, de energía, deseando volver a abrazarte y al ir a besarte... caí en la cuenta de que todo había sido un sueño, otro sueño más, otra fantasía como la que estoy viviendo, en la que sólo eres un reflejo de lo que quiero, algo inalcanzable, como siempre...

lunes, 11 de enero de 2010

Sólo ese centímetro

Moriré aquí, cada centímetro de mí perecerá. Cada centímetro, salvo uno. Un centímetro, algo pequeño y frágil. Y lo único que merece la pena conservar en el mundo. Nunca debemos perderlo o entregarlo. Nunca debemos dejar que nos lo arrebaten. Espero, seas quién seas, que escapes de este lugar. Espero que el mundo cambie yqu que las cosas mejores. Pero lo que espero por encima de todo es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que aunque no te conozca y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte... te quiero, con todo mi corazón. Te quiero.
La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento.

lunes, 4 de enero de 2010

Mientras tanto ¿te seguiré esperando?

Y en la barra de este bar veo las horas pasar, imaginando mi vida de otra manera, imaginando que tu estás aqui. Aún me pregutno si llegaste a sentir algo por mi enel momento en que me viste venir. Tus palabras quedaron en vano junto a las mías, al menos algo podemos compartir. Te escribo al igual que desde que te conocí, aunque ya no sé si tu lo lees, ni si alguna vez llegaste a leerlo, como ves no me he rendido y creo que nunca me llegaré a rendir, aunque quizás me casne de esperarte. La gente me aconseja, me ayuda y me escucha. Hay veces que me paro a pensar y me doy cuente de que tu nunca has formado parte de ese grupo, pues ni siquiera me has escuchado. Quizás ahí esté el problema, mi error, te creo cuando me dices qeu vas a cambiar y sé que eso no es cierto.
No quiero decirte adios definitivamente pero de ti depende si lo diga o no, y el tiempo que tarde en decirlo.