Contaba la leyenda que...
... Fueron amantes ella y él, desde su infancia allí en Teruel: no fueron otros que Juan Diego e Isabel. Se conoce el amor que se profesaba. Se conoce que ella a casarse se vio obligada. Pero nadie supo jamás lo que Isabel llegó a pronunciar ante la tumba de su amado:
"Nació un sentimiento aquí en mi corazón, puro como tu alma, que en cada suspiro se escapa para venir a alimentar mi amor. Dulce elixir aque me permite existir, grandioso destino que nos presentó. Hoy doy gracias a Dios por los días que junto a tí me regaló. He conocido la felicidad y el dolor, la pena y la gloria, vida y muerte,... ¡Maldita muerte que de ti me separa! es mi suerte por ser mujer casada, me forzaron a este enlace porque así lo quería mi padre. Yo te hubiera esperado siglos, miles y miles puestas de sol, todo con volver a percibir tu olor, con volver a sentir de tu voz el susurro,.. No me juzgues, que pese a todo, de mi mente y cuerpo eres el dueño. Ahora el desasosiego inunda mi ser, el saber que jamás te volveré a ver es la cruz que con cada paso arrastro. Toma, Juan Diego, el beso que te negué, con él mi vida entera te entregaré, sabrás que para mí el único será, al que de este modo podré amar."
Y fue en ese instante cuando sus labios ofreció, en el momento en que ella falleció.
Me encanta la leyenda.
Besos.
... Fueron amantes ella y él, desde su infancia allí en Teruel: no fueron otros que Juan Diego e Isabel. Se conoce el amor que se profesaba. Se conoce que ella a casarse se vio obligada. Pero nadie supo jamás lo que Isabel llegó a pronunciar ante la tumba de su amado:
"Nació un sentimiento aquí en mi corazón, puro como tu alma, que en cada suspiro se escapa para venir a alimentar mi amor. Dulce elixir aque me permite existir, grandioso destino que nos presentó. Hoy doy gracias a Dios por los días que junto a tí me regaló. He conocido la felicidad y el dolor, la pena y la gloria, vida y muerte,... ¡Maldita muerte que de ti me separa! es mi suerte por ser mujer casada, me forzaron a este enlace porque así lo quería mi padre. Yo te hubiera esperado siglos, miles y miles puestas de sol, todo con volver a percibir tu olor, con volver a sentir de tu voz el susurro,.. No me juzgues, que pese a todo, de mi mente y cuerpo eres el dueño. Ahora el desasosiego inunda mi ser, el saber que jamás te volveré a ver es la cruz que con cada paso arrastro. Toma, Juan Diego, el beso que te negué, con él mi vida entera te entregaré, sabrás que para mí el único será, al que de este modo podré amar."
Y fue en ese instante cuando sus labios ofreció, en el momento en que ella falleció.
Me encanta la leyenda.
Besos.
2 comentarios:
Hola cielo una leyenda preciosa me encanto
un beso
:D Gracias.
Besos
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