Un día más, otra tarde aquí, esribiendo sin saber por qué, simplemente para intentar desahogarme. Es un poco estúpido hablar y expresar lo que sientes a una fría pantalla de ordenador, sí, pero cuando la persona que escribe es igual de estúpida todo queda un poco más sopesado.
Llueve, llueve mucho; el agua moja las calles, esas pequeñas gotitas que caen desde ahí arriba chocan contra los cristales con ese especial "retintín" que, o tanto relaja, o tanto te saca de quicio.
Llueve ahí fuera y también aquí dentro. Llueve en mi corazón, llueve en mis ojos.
Mis propias gotitas de agua resbalan por mi rostro, ya sin ese suave "retintín", tan sólo se deslizan en silencio, sin hacer ningún ruido. Sólo cuando noto lo húmedo de las gotitas mojar mis labios me doy cuenta de que estoy llorando. No lo hago por llamar la atención, por supuesto; ya que estoy aquí sin nadie que pueda darme ni un abrazo, tampoco lo hago por nada en especial, ni siquiera lo hago por él. Lloro por mí. Por ser tan tonta y ni siquiera haber pensado en mí ni un poquito al actuar, por no saber si lo que estoy haciendo está mal o está bie. Bueno, no, eso sí lo sé; no está bien, pero pensé que sería lo mejor para mí y no estoy segura de haber acertado del todo.
¿Loca? Sí, pero no puedo hacer nada. Además tampoco es tan malo. Mmmm...¿controlarme? Sí, podría, pero, ¿para qué? Nadie tiene nunca ningún tipo de miramiento al hablar de mí con cualquiera, así que, ¿por qué tener que tenerlo yo?
Intento conformarme. De hecho, tal vez no sea todo tan malo, él ya no ha sido mi único pensamiento, ahora también pienso en mí, y fue un error no haberlo hecho antes, pero, de los errores se aprende, desde luego.
Hombre, la verdad, es que no puedo dejar de pensar en por qué están empeñados en poner palabras en mi boca que yo no he dicho, ni en dejarme de loca celosa por ahí, cuando no he mencionado nada sobre ningún tema relacionado. Tampoco por qué me sienta mal ni siquiera. Si no tendría que darle ninguna importancia. Pero supongo que no puedo negar la evidencia, que no puedo engañarme, que no puedo intentar convencerme más de algo que ni yo misma me creo. Supongo que "para siempre" es mucho, mucho tiempo, y que estoy condenada a arrastrar conmigo ese par de palabras el resto de mi vida.
Estaba superándolo, lo estaba intentando. Espero que esto sólo sea un mal día. Porque me niego a seguir así. Él no lo merece, no, ni una lágrima más. Bah! qué más da, autoconvencerme se me da de pena. Supongo que como todo lo que hago. Sólo sé hacer una cosa: quererle; y eso tampoco lo supe hacer bien, supongo que es demasiado triste.
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